¡Hola a todos! Soy Òscar Pellus, fundador de Unlimited Spanish. Tengo como misión ayudarte a
hablar español fluidamente.
En este episodio:
- Hablaré de la diferencia del usted y el tú.
- A continuación haré una mini-historia para practicar preguntas y respuestas.
- Y por último, un mini -consejo a partir de una pregunta.
Este es mi primer episodio y estoy muy emocionado y contento de ofrecerte este podcast. Te
recomiendo que escuches con atención. Es posible que no entiendas todo. Es normal, pero es
muy importante practicar. Aquí tienes la oportunidad de mejorar tu español.
¡Empecemos!
LA DIFERENCIA ENTRE ‘TÚ’ Y ‘USTED’
En España, “usted” es más formal que hablar de “tú”. Por ejemplo, puedes usar “usted” para
negocios, personas que no conozcas, si existe una diferencia de edad, rango más alto, etc.
En cambio, el “tú” es más informal. Es más habitual con amigos y en situaciones no muy
formales.
En España, no obstante, el “usted” se utiliza cada vez menos. Los estudiantes en un colegio, por
ejemplo, ya no utilizan el “usted”, sino el “tú”. Es un cambio cultural progresivo.
Vamos a ver ejemplos:
En “tú”, decimos:
“¿Te gusta hablar español?” o “¿Te gusta a ti hablar español?”
Con “usted”, decimos:
“¿Le gusta hablar español?” o “¿Le gusta a usted hablar español?”.
Como puedes ver, cuando utilizas el “usted”, parece como si tú hablas de otra persona, no de la
persona que tenemos delante.
Otro ejemplo:
“Cómo estás tú?”
¿Cómo está usted?”
¿Ves?, cuando digo “¿Cómo está usted?”, es casi como decir “¿Cómo está él?”. Es como tercera
persona. Por tanto, no es demasiado difícil utilizar el “usted”. Mi consejo es que al menos lo
entiendas. Como estudiante de español, nadie te va a pedir que lo utilices perfectamente
Yo, en mi caso, sólo lo utilizo con personas mayores. Personas que tienen más años que yo, y en
algunas situaciones muy particulares.
Hay una expresión importante que tienes que saber: “tutear”. Si por ejemplo dices: “Puedes
tutearme”, o “tutéame por favor”, o “nos podemos tutear”, estás pidiendo no utilizar el “usted”.
Esto a veces es habitual.
A veces ocurre que te dicen “oh, no no me llames de usted”. Hay personas que no les gusta
demasiado que les llames de usted, porque parece que son más viejas. Por ejemplo, una
conversación típica:
“Buenas tardes, me llamo Òscar. ¿Cómo se llama usted?”
“Oh, no, no me llames de usted, ¡que no soy tan viejo! Puedes tutearme”.
Por cierto, en Sudamérica es mucho más habitual el uso de “usted”, incluso en situaciones
informales.
LA LECCIÓN: MINI-HISTORIA – EL REY QUE QUERÍA SER TUTEADO.
¡Muy bien! Ahora ¿qué te parece si hacemos una mini-historia? Te explico cómo funciona: Es
muy sencillo. Yo te digo una frase, y luego hago preguntas. Después de cada pregunta te dejo
unos segundos para que contestes. ¡Así puedes practicar como en una conversación!
Empiezo con una frase:
Hace unos años, había un rey muy poderoso. <– Esta es la frase. Ahora te hago preguntas:
¿Había un rey o una princesa? <–Esta es la primera pregunta. Te dejo unos segundos. Intenta
contestarla.
Había un rey. Había un rey muy poderoso. <–Aquí te doy una posible respuesta, que es correcta.
Así puedes comparar. Fácil ¿no? Empezamos ahora sin mis comentarios:
Hace unos años, había un rey muy poderoso.
¿Había un rey o una princesa?
Había un rey. Había un rey muy poderoso.
¿Qué había?
Un rey, había un rey poderoso.
¿Era el rey poderoso o débil?
Poderoso, el rey era poderoso.
¿Quién era poderoso? ¿Òscar?
No, Òscar no era poderoso. El rey era poderoso.
¿Hace pocos o muchos años que había un rey?
Muchos. Hace muchos años que había un rey.
Muy bien. Ahora vamos a por la segunda frase. Importante: Las respuestas son mejores si son
cortas. Simplemente intenta contestar sin traducir mentalmente.
Todo el mundo le llamaba de usted al rey.
¿Le llamaba todo el mundo de usted al rey?
Sí, todo el mundo le llamaba de usted al rey.
¿Quién llamaba de usted al rey?
Todo el mundo. Le llamaba de usted al rey todo el mundo.
¿Quién?
Todo el mundo.
¿Tuteaba todo el mundo al rey?
No, no. Todo el mundo no tuteaba al rey. Nadie tuteaba al rey.
¿Le llamaban de tú al rey?
No, no . Le llamaban de usted.
Al rey no le gustaba la palabra “usted”.
¿Le gustaba al rey la palabra “usted”?
No, no le gustaba la palabra “usted”. Al rey no le gustaba esa palabra.
¿Qué no le gustaba al rey?
La palabra “usted”. Al rey no le gustaba esa palabra.
¿A quién no le gustaba esa palabra? ¿A Mickey Mouse?
No, no, a Mickey Mouse no. Al rey. Al rey no le gustaba esa palabra.
El rey ordenó tutear en vez de usar la palabra “usted”.
¿Ordenó el rey utilizar la palabra “tú”?
Sí, el rey ordenó utilizar la palabra “tú” en vez de “usted”. El rey ordenó tutear.
¿Qué ordenó el rey?
Tutear. El rey ordenó tutear.
¿Ordenó el rey tutear?
Sí, el rey ordenó tutear.
Desde entonces la gente más humilde podía tutear al rey más poderoso.
¿Podía una persona humilde tutear al rey?
Sí, una persona humilde podía tutear al rey.
¿Podía el rey tutear al más humilde?
Sí, claro. El rey también podía tutear al más humilde. Todo el mundo podía tutear.
¿Qué podía hacer la gente? ¿Utilizar la forma “de usted”?
No, no. La gente no podía utilizar la forma de usted. La gente podía tutear.
¿A quién podía la gente más humilde tutear?
Al rey. La gente más humilde podía tutear al rey.
Muy bien, este es el fin de la mini-historia. ¿Te gusta esta técnica? Es muy efectiva para
automatizar tu español ¡Puedes visitar www.unlimitedspanish.com para conseguir mucho más!
LA PREGUNTA
¡Perfecto! Ahora pasamos a la sección de la pregunta. Hay estudiantes que me preguntan :
Òscar, ¿cómo puedo medir el progreso del aprendizaje del español?
Es una buena pregunta. Hay varias maneras:
- Las palabras que sabes. Idealmente, si puedes contar las palabras que sabes, es un buen
indicador del aprendizaje del idioma. El problema es que es muy difícil contar todas esas
palabras. - Certificados: Esto es un clásico. Muchos estudiantes piensan que los certificados
muestran que tu sabes español. No es cierto. Hay demasiada memorización y ejercicios
que no ayudan a tener fluidez. - Contar las horas de escucha. Esta es mi favorita. Es fácil de hacer (solo escribir cada día el
tiempo de escucha y sumar).
Hay estudios que muestran que el tiempo de escucha es proporcional a la fluidez. Por tanto. Si
escuchas 300 horas, tu fluidez será mejor que con 10 horas. Es como tú aprendes de pequeño.
Tú escuchas mucho a tu padre a tu madre, y finalmente empiezas a hablar. Cuando más
escuchas, más fluidamente hablas, y traduces menos mentalmente. Es la automatización del
habla.
Por tanto. ¿Quieres saber tu progreso con el idioma? Cuenta el tiempo que escuchas. También
puedes contar las horas (o páginas) de lo que lees. Evidentemente, cuando escuchas, tienes que
prestar atención, y entender casi todo.
Muy bien. ¡¡¡Este es el final de este primer episodio!!! Espero que te haya gustado